Cierto día, hace ya muchos meses, me fue encomendada la difícil labor de realizar un cortometraje para una clase de la universidad. He de mencionar que fue muy a mi pesar, ya que resultaba imposible en esos momentos, y aún hoy día, el llevar a la pantalla uno de mis guiones, y más aún uno que tuviera el calibre de aquella sublime obra literaria. La imposibilidad de la realización radicaba, principalmente, en el escaso (inexistente) presupuesto, el corto tiempo para la producción, el reducido número de miembros del staff, los pésimos actores y sobre todo mi adicción (en esos tiempos) al captain morgan con lulú de uva.
Es necesario comentar que mi equipo de trabajo estaba compuesto de dos marginales "sujetos" con los cuales resultó difícil trabajar; el primero de ellos, a quién por respeto a Daniel Cortez, llamaré Daniel, es (o era) alguien de gustos simples, alguien a quien te gustaría tener de tu lado en una pelea de barrio, pero a su vez, no te gustaría que tu hija te lo presentara como novio, anyway, él no representaba tanto inconveniente. El otro "sujeto (a)" lleva, en esta historia, el nombre de "Edson", para no agraviar a terceros; Edson es (o era) una de esas especies que parecen estar en peligro de extinción: un gay que toma alcohol; ya ahondaré posteriormente en esta particular especie de ser humano. Ahora, con ese background, comenzemos con lo importante.
Teníamos escasos 4 ó 5 días para entregar el proyecto, y fuese como fuese, lo íbamos a hacer, ya que no estaba dentro de mis planes reprobrar una materia tan simple como Guionismo para Medios Audiovisuales. Fue así que después de estúpidos retrasos conseguimos el actor de la porquería que iba a resultar al final nuestro trabajo...
Su nombre: Antuan (no, no está mal escrito, así se llama, en serio)
Eso fue lo que conseguimos como actor principal para el proyecto, sin saber que arruinaría mi guión y a la postre mi propia vida.
El tipo es una especie de ser (humano quizás) difícil de encasillar dentro de un estereotipo fijo, cuentan los rumores que a lo largo de sus veintiocho (28) años de vida ha tenido múltiples facetas, se podrían citar entre ellas:
- bailarín
- futbolista
- chambelán
- drag-queen
- abogado
- encantador de perros
- alcohólico
- alcohólico retirado ("juró" de rodillas en "Chalma"* que no bebería durante seis (6) meses. No lo cumplió)
Antuan ofreció una mansión en Galeana (donde sea que eso esté) para que pudiéramos filmar, además de facilitarnos una cámara, dinero y prostitutas; no se puede decir que el señor, a su edad, sea un buen anfitrión. Para llegar al lugar tuvimos que llegar, Daniel y su servidor, al horrible zócalo de un pueblucho llamado Zacatepectlzin (o algo así), ahí sería donde Antuan nos encontraría para llevarnos a su casa. El tipo llegó con elegante retraso (mental) de 2 horas. Con una resaca a cuestas, y pestilente hedor a mezcal y cigarros Marlboro Light. A su llegada, preguntamos donde había estacionado su auto, acto siguiente nos vimos sentados en una "combi" repleta de nopales y ejotes (que hasta ese día no conocía), cerdos y humildes campesinos que me pedían fotos, autógrafos y me ofrecían mujeres vírgenes; era de entenderse que, desde la época del Virreinato, no habían visto a un hombre blanco en esos rumbos. Y pues ya saben como es uno.
Llegamos, después de algunas horas de trayecto, a la casa de Antuan; un lugar típico de las personas adineradas de aquellos lugares (véase: fiesta en la casa de Edgar), ya a sabiendas de cómo se las gastaba la gente de ese estrato social, de inmediato pedí a uno de los numerosos sirvientes, me trajera una copa de Dom Perignon (aunque me de asco el champagne) y dos putas de raza negra, mis deseos fueron órdenes. Daniel por su parte pidió presenciar una pelea de monos con navajas suizas, junto con nuestro anfitrión, a lo que yo, encantado, decidí acompañarlos. (Dato.- la peleas de monos con navajas suizas son una tradición dentro de las familias poderosas del sur de Mugrelos)
Después de varias entretenidas horas de sexo interracial, peleas de primates y alcohol extranjero, llegó a la cita, Edson, con unas elegantes siete (7) horas de retraso (mental). Después de embriagarnos aún más, decidimos que era hora de grabar.
No es necesario mencionar las lamentables capacidades actorales de Antuan, las cuales no hicieron repetir incansablemente tomas tan sencillas que Jaime Cámil podría ganara un Óscar por hacerlas.
Terminamos de grabar, y cansados y hambrientos, Antuan nos ofreció un platillo típico de Mugrelos, "gorditas", las cuales estaba acostumbrado a comer regularmente en Mexico City. Pero mis expectativas en cuanto a la comida cambiaron mucho al saber que las "gorditas" en este estado, tienen un diámetro de casi 25 centímetros, ¿qué es esto? ¿Cuba? Anyway, muy a mi pesar, el hambre era mayor a mi dignidad y tuve que comer tal bastardización de comida.
Después de estar satisfechos, decidimos que era momento de deshacernos de Edson, ya que, en ese punto de la noche no nos divertía, así que salimos, ahora sí, en el auto de Antuan, de transmisión automática, obviamente, solo los hombres manejamos con una transmisión standard, de hombres, machos, vergones, huevo, ¡VIVA MÉJICO!
Dejamos a Edson en su casa, cerca de las 2 ó 3 de la madrugada, no tenía llaves, nadie le abría, había una camioneta con el motor encendido a unos metros de él. Deliberamos entre esperar a que entrara a su casa o irnos a seguir viendo peleas de primates y beber ron con refresco de uva... Y pues ya saben como es uno.
Habiendo dejado a su suerte a Edson, nos dirigimos a un oxxo y en el trayecto Daniel me dijo que le tomara una foto a unos perros cojiéndose al lado del camino, #YOLO. En el oxxo Antuan nos compró dulces y chocolates. Fuimos a su casa y Daniel y Antuan discutían tema profundos como los pozos, el subsuelo, las minas y la panocha de las señoras en las porno que venden el tianguis de Ocotepec. Temas profundos. Solo tratados por hombres de mundo, con clase.
Una vez de nuevo en la casa de Antuan, les ordené a los sirvientes me prepararan un cuarto de huespedes para pasar la noche, orden que Antuan canceló de inmediato, a razón de que era mejor idea que los tres nos quedáramos en su habitación a ver pornografía de animales y videos de los mejores goles de José Saturnino Cardozo (Q.E.P.D). Una vez en su cuarto, Daniel se quitó toda la ropa y durmió plácidamente en el suelo. Yo por mi parte me cogí a Antuan ALL NIGHT LONG, y en la mañana el hijo de la chingada nos corrió cual putas recién cogidas.