Tus viernes, nuestros viernes.

Léase escuchando esta bonita pieza musical:





De esos extraños momentos en los que apareces en escena, tirado en una cama, 5 de la tarde, 30 grados, con el Sol que entra por tu ventana, restregandote su puta furia en la jeta, debería suceder que salgas de tu ciclo voluntario de procrastinación diario, quizás solo por el hecho de que puedes morirte de puta deshidratación, pero sabes que no lo harás, muy probablemente hagas un vanal intento de moverte de la posición en la que estás, pero como ya dije, es en vano, te vas a cansar de tratar de moverte, acabarás durmiendo, otra vez, soñaras con ella, con él, con eso, con todo y con nada, despertarás de noche, jodido por dormir como un idiota en un horno durante horas, desperdiciando esas valiosas horas de luz de día, en las cuales pudiste hacer algo mejor que soñar con ella, con él, con eso, con todo y con nada, y ahora sales a la calle, en busca de alguien, de algo, de mí y hasta de ti. Pero sabes que probablemente encuentres una cerveza, unas cervezas, chingos de cervezas en el oxxo, las cuales atraerán a ellas, a ellos, a ella y a él, a todos pero nunca a nadie. Puede ser que en este punto esas horas que consideraste desperdiciadas te sirvan para aguantar la chinga que te depara la cruda del día siguiente. No vas a recordar nada de la noche anterior, y sabes que no lo querrás recordar en lo absoluto, pero muy probablemente tengas esa sensación de que valió la pena, bueno, eso aunado al dolor de la cebeza, la sed y las nauseas que provocan esos litros de cerveza y whisky de dudosa procedencia.

Después de repetir los pasos anteriores algunos otros fines de semana mas, quizás descances uno o dos, pero volverá a pasar, y no hablo de embriagarte, bueno, en parte, pero el punto es que, a lo mejor y esta vez encuentras a ese alguien, a ese algo, a ella, a él, a eso, a todo y a nada. ¿El pedo está en buscarle no?
Además sabes que no eres el único o la única que está en esa estúpida persecución de sueños de tardenoche, siempre habrá quién te mande un mensaje de texto a las 8 de la noche de un viernes diciendo: "¿K pedo, unas chelas?".

Y eso será muchos viernes mas, trata de verlo como un juego, porque todos sabemos que nunca pierdes en los juegos ¿O me equivoco?

EXACTO!

Entonces, nos leemos cuando sea viernes, antes de que duermas en la tarde o después de que llegues de madrugada rogando por unos tacos de pastor. ¡Ciao bella!